El Perú es el principal productor de harina y aceite de pescado en el mundo, ingredientes marinos que son la base de la alimentación de la acuicultura y de otras especies gracias a la anchoveta. Por ello, debido al manejo responsable de este recurso, su biomasa es de 9 millones de toneladas promedio en los últimos 10 años y nuestra pesquería es admirada por diferentes instituciones nacionales e internacionales como la FAO, el Banco Mundial y las prestigiosas universidades YALE y Columbia.
Por otro lado, ha quedado más que demostrada la relevancia del sector pesquero en la generación de empleo y en la economía nacional. El año pasado, el Perú, cerró con un crecimiento negativo por la crisis de la pesca industrial y una deficiente gestión del sector; no hubo primera temporada de pesca que habitualmente se desarrolla entre los meses de abril a julio; y, la segunda temporada inició tardíamente a pesar que las condiciones estaban dadas. Una decisión tardía en este sector es una oportunidad perdida.
Sin embargo, este año, los vientos soplan a favor y las temperaturas anómalas del año pasado se vienen normalizando. Por ello, el motor del sector pesquero industrial está listo para iniciar la primera temporada de pesca de anchoveta en la zona centro norte, ello reactivará el empleo de 250 mil trabajadores y de toda la cadena de valor del sector que estuvo muy golpeada el 2023, incluidas más de 3,500 MYPES.
Desde este espacio saludamos que las nuevas autoridades del sector hayan manifestado que “el sector pesca y acuicultura será impulsado por el gobierno; apostando por el aprovechamiento sostenible y oportuno de nuestros recursos pesqueros, sobre la base de la evidencia científica y técnica que brinde el Instituto del Mar del Perú”. Coincidimos plenamente en ello y estamos seguros que los buenos tiempos para la pesca industrial están por venir.