Entendiendo a la industria pesquera

Para analizar y regular la industria de ingredientes marinos (harina y aceite de pescado) en el Perú, es importante considerar su alta volatilidad y poco potencial de crecimiento, pues ya estamos desde hace varios años en el nivel de máximo rendimiento sostenible. Asimismo, esta industria tiene una fuerte competencia de sustitutos, así como altas exigencias sanitarias, ambientales y sociales.

A este escenario hay que sumarle que la situación financiera no ha sido la mejor en los últimos cuatro años. Durante el periodo 2014-2017, la industria se vio fuertemente golpeada por diversos motivos. Uno de estos fue la considerable caída de los desembarques, lo cual implicó una importante disminución de retornos, así como un mayor apalancamiento.

Según un informe de Apoyo Consultoría, existe claramente una reducción del margen operativo de las empresas pesqueras en quince puntos porcentuales durante el periodo 2008-2017, en línea con la caída de los desembarques. Asimismo, los indicadores de rentabilidad como margen neto, rentabilidad sobre activos (ROA) y rentabilidad sobre patrimonio (ROE) se deteriorar on significativamente.

Al respecto, América Economía Intelligence informó que la industria pesquera en general ha tenido una rentabilidad negativa o casi cero durante el periodo 2012-2017.

La situación descrita ha generado que, durante el periodo 2008-2017, el precio de las empresas pesqueras que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima registre una caída de más de 60%.

Como vemos, existen varios aspectos que se deben valorar a la hora de gravar a esta industria que genera divisas y empleo, dinamizando a las ciudades costeras. El 2018 fue un buen año, pero una golondrina no hace el verano.

Foto: TASA

Elena Conterno
Presidenta SNP
Diario Correo
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