En la actividad pesquera hay recursos cuya disponibilidad es permanente, mientras que otros son estacionales. Este es el caso del jurel, la tercera pesquería más importante del Perú —luego de la anchoveta y la pota— y, por ello, considerada dentro de la canasta básica familiar y hasta en los indicadores que miden la inflación.
En el Perú, el jurel es muy valorado en la mesa popular por su gran aporte nutricional, ya que al ser un pescado azul contiene Omega 3, siendo por tanto un excelente aliado para la lucha contra la anemia infantil y la desnutrición crónica. Por otro lado, cuando es extraído en nuestras costas, tiene un precio muy accesible, por lo que algunos lo conocen como el “pollo marino”.
Nuestro mar es un mar bendecido. Y a diferencia de los últimos cuatro años, en los que este recurso estuvo ausente, registrando en ese periodo capturas de tan solo 25,670 TM, este año hemos tenido una abundancia particular, que nos ha permitido pescar más de 90 mil toneladas a la fecha, lo que significa el 92% de la cuota fijada por el Ministerio de la Producción.
Por lo tanto, la buena disponibilidad de jurel existente nos evidencia la urgente necesidad de continuar aprovechando este recurso de manera sostenible. Por ello, al no existir limitaciones técnicas ni de sostenibilidad que comprometan a este recurso, y en un contexto en que la economía familiar viene siendo afectada por la crisis política que nos aqueja, consideramos que la cuota del jurel debería ser ampliada.
Esta medida permitirá abastecer al mercado local sin necesidad de importar, beneficiando así a miles de peruanos, que podrán acceder a este alimento nutritivo y a bajo costo.
Foto: A Comer pescado