Un reciente estudio elaborado por varios científicos de talla mundial, entre los que destacan el peruano Santiago de la Puente del Instituto para los Océanos y Pesquerías de la Universidad de British Columbia en Vancouver, Canadá y Ray Hilborn de la Universidad de Washington en Estados Unidos, concluye en que la pesquería peruana de anchoveta es un ejemplo de manejo pesquero adaptativo en un contexto de incertidumbre por la alta variabilidad climática que caracteriza al mar peruano.
Así, la investigación consistió en la reconstrucción de un modelo para representar el comportamiento de grandes poblaciones de pequeños peces pelágicos, entre los que se encuentra la anchoveta, y evaluar las estrategias de gestión pesquera bajo una incertidumbre medioambiental. Estudio de lo más relevante en este año, en que todo el Perú vive al pendiente de los fenómenos climatológicos que pueden suscitarse en el corto plazo.
Otro dato importante que arroja el estudio es que la biomasa de anchoveta en la actualidad es mayor a la que existía en 1972, en pleno boom pesquero. Ello, porque en esos años -y los posteriores- a pesar que las condiciones climatológicas eran mucho mejores a las actuales, el manejo pesquero fue inexistente, lo cual se explicó por la expropiación que sufrió la industria pesquera en el nefasto gobierno militar que depredó nuestra anchoveta.
Así, estas conclusiones coinciden con lo suscrito por diferentes instituciones internacionales, como la FAO y las universidades YALE y Columbia, en que la pesquería peruana de anchoveta es la que mejor se viene adaptando al cambio climático.
La ocurrencia de fenómenos oceanográficos y climatológicos es natural y así lo ha demostrado la ciencia a lo largo del tiempo, donde la anchoveta ha comprobado su adaptación y resiliencia ante estos fenómenos en los últimos 1,500 años. Por lo tanto, el desafío que se nos presenta en la actualidad es seguir gestionado el recurso anchoveta de una manera sostenible en beneficio de ésta y las futuras generaciones.