Según cifras del Ministerio del Ambiente, se producen 430 millones de toneladas de plástico en el mundo anualmente y se consumen aproximadamente 950 mil toneladas de plástico al año en nuestro país. Solo entre Lima y el Callao, se generan al día más de 886 toneladas de residuos de este material.
Estas cifras deberían llamar nuestra atención y de las autoridades, toda vez que miles de toneladas de residuos plásticos van a parar todos los años a ríos, mares y lagos; convirtiendo a la contaminación por plástico en uno de los principales enemigos del mar. Para hacer frente a esta realidad, urge la implementación de campañas educativas que tengan el propósito de generar un cambio de comportamiento en las personas y minimizar el impacto de la contaminación en nuestro país, tomando acción para evitar que este problema se convierta en incontrolable.
Pero la contaminación por plástico no es el único enemigo del mar. Al igual que otras economías ilegales, como el narcotráfico o la deforestación; la pesca ilegal es una actividad muy lucrativa; mueve alrededor de US$ 23 mil millones al año en el mundo y, según cifras del Ministerio de la Producción, la pesca ilegal en nuestro país mueve alrededor de US$ 300 millones anuales.
Por ello, combatir a los enemigos del mar debe ser un compromiso que movilice a autoridades, empresarios, sociedad civil y ciudadanos a promover acciones concretas que contribuyan a proteger su biodiversidad. Por ello; de la mano con Bureo, ONG que recolecta redes de pesca en desuso, venimos colaborando en el proyecto Net Positiva en la recolección de más de 1,000 toneladas de redes de pesca para convertirlas en productos utilitarios. Sin embargo, para erradicar la pesca ilegal, no basta con tener buenas intenciones; hay que estar todos en el mismo barco, tomar acciones urgentes y remar en la misma dirección.