El consumo de pescado en nuestro país se incrementa en Semana Santa debido a que se mantiene una tradición de larga data, siendo los pescados azules como el bonito los recursos que más se consumen en esta fecha debido a su alto contenido proteico y a que se encuentran disponibles en los mercados.

Sin embargo, un recurso que debería encontrarse en abundancia en los mercados para ser consumido en esta Semana Santa es la anchoveta, toda vez que la flota artesanal tiene una cuota anual de 150 mil toneladas para la captura de este recurso, sin restricciones de vedas, para que sea destinado exclusivamente para el consumo de las familias peruanas ya sea en su presentación fresca o en conservas.

Si la proporción de la pesca que en los últimos años se ha destinado al mercado interno se convierte en conservas, se alcanzaría una producción de más de 150 millones de latas de conservas de anchoveta por año. Por lo tanto, si por cada tonelada de anchoveta se producen 4,800 latas de conservas de anchoveta, la pregunta que nos hacemos es: ¿dónde están esos millones de latas de conservas de anchoveta?

Sin embargo, 150 millones de latas de conservas de anchoveta es superior a los 137 millones de latas de conservas de atún que se comercializan en nuestro país todos los años. Lo misterioso es que, a diferencia de las conservas de atún, que son líderes en el mercado y se encuentran en todas partes, los millones de latas de conservas de anchoveta no se encuentran en ninguna parte.

¿En qué se están convirtiendo estos miles de toneladas de anchoveta capturadas para el consumo de los millones de peruanos? Nuestras autoridades deberán resolver el misterio.