Acabamos de terminar la segunda temporada de pesca del 2016, capturando la cuota asignada de dos millones de TM al 99%. Esta captura permitió la manufactura de ingredientes marinos – harina y aceite de pescado en plantas ubicadas en distintos puertos del país, que luego generará más de US$ 900 millones en exportaciones. Participaron 400 empresas, con 755 embarcaciones, que descargaron en 13 puertos. Así, la pesca industrial de anchoveta dinamiza PBI pesca, PBI manufactura primaria, PBI descentralizado, así como exportaciones del país.
Esta temporada se dio con un nuevo marco normativo para la protección de juveniles. Como se sabe, antes de pescar no se puede conocer si determinado cardumen de anchoveta tendrá muchos juveniles, con lo cual lo que corresponde es que ni bien se sepa de una zona con elevada incidencia, se deba reportar de manera inmediata y cerrar esa zona a la pesca. Hoy se tiene un marco normativo así, en que las embarcaciones pesqueras reportan zonas con alta incidencia de juveniles, información con la cual Produce procede al cierre de áreas para la pesca. Cabe recordar que esta práctica recibió en el 2016 el premio a la buena práctica en Gestión Ambiental Efectiva por Ciudadanos al Día, con lo cual hoy tenemos institucionalizada una buena práctica para la protección de juveniles. En la temporada que acaba de terminar, ello ha permitido que la pesca de juveniles sea de 18%, muy por debajo del 31% que Imarpe había estimado que se presentaría.
Es importante resaltar que la principal regla de sostenibilidad de la anchoveta es que en cada pico reproductivo haya un mínimo de Pesca: producción y sostenibilidad cuatro millones de TM adultos. Así, si bien la anchoveta se reproduce todo el año, la regla de sostenibilidad indica que en febrero-marzo (primer pico) y agosto-setiembre (segundo pico) existan cuatro millones de TM de anchoveta adulta en el mar, que desove de manera importante. Para verificar ello y planificar la siguiente temporada como siempre, ahora toca que Imarpe realice una nueva evaluación, en la que mida la biomasa de anchoveta, examine cómo va el pico reproductivo y defina cuánto se podrá pescar en la próxima temporada (primera del 2017 para el norte centro), de tal forma que en el siguiente periodo reproductivo – luego de la temporada, en agosto setiembre – tengamos los cuatro millones de TM deseados.
Garantizar la sostenibilidad de los recursos requiere también evitar prácticas ilegales y asegurarse de que las que se realicen no queden impunes. Lamentamos que en la temporada que acaba de terminar, cuatro embarcaciones con permiso de pesca suspendido y sin cuota de pesca asignada pescaran más de 6,000 TM, producto de lo cual Produce les aplicó 90 reportes de ocurrencia (42% de los reportes emitidos). Esperamos sanciones ejemplares para estas embarcaciones, a fin de desterrar la impunidad en el sector.
Respetamos a quienes exigen aún mejores prácticas de nuestra industria, con argumentos debidamente fundamentados; nos esforzaremos más para responder a sus planteamientos. Sin embargo, a su lado, hay quienes buscando notoriedad y probablemente preparándose para un futuro proceso electoral atacan a nuestra industria sin sustento, dando la espalda a la ciencia y estadística, con la foto de un día o con un dato simplemente inventado. Esperamos que los medios de comunicación den más voz a los primeros y menos a los segundos.
Nosotros y nuestras empresas asociadas nos ratificamos en nuestro compromiso para generar producción, empleo y exportaciones con una gestión pesquera sostenible.