El mar peruano es uno de los más productivos del mundo y por ello proteger nuestras 200 millas debe ser un compromiso de todos. Por ello, luego de mucha insistencia de parte de los actores que estamos comprometidos con la sostenibilidad de los recursos y en la lucha contra la pesca ilegal no reglamentada y no declarada, hace más de tres años, el Perú estableció una serie de medidas que deberían cumplir las embarcaciones de bandera extranjera, a fin que puedan ingresar a nuestras 200 millas para utilizar diferentes servicios en los puertos y astilleros a lo largo de nuestro litoral.
En efecto, una de estas medidas fue el DS N°016-2020-PRODUCE, mediante el cual dichas embarcaciones debían instalar de manera obligatoria los equipos y dispositivos necesarios para el cumplimiento del Sistema de Seguimiento Satelital – SISESAT del Ministerio de la Producción; y, de esta manera, asegurar un adecuado monitoreo a sus actividades. Así, entre otras funciones, estos dispositivos permiten transmitir su posicionamiento satelital al centro de control de PRODUCE, tal como ocurre con todas las embarcaciones industriales peruanas.
Sin embargo, muchas embarcaciones de bandera extranjera se rehúsan a implementar los referidos dispositivos con el argumento falaz que nunca ingresan a las 200 millas de dominio marítimo peruano; situación que lamentablemente no coincidiría con la realidad, de acuerdo a lo señalado por diferentes organizaciones.
Al respecto, es importante recordar que estas embarcaciones vienen a pescar principalmente pota cerca de nuestro mar. Como se sabe, la pesquería de pota en nuestras 200 millas es la segunda pesquería que más ingresos genera al país, toda vez que sus capturas bordean las 440 mil TM por año que se traducen en alrededor de US$ 600 millones anuales en divisas.
Por lo tanto, es fundamental que se respete el referido decreto en la actualidad y perdure en el tiempo; además que se refuerce y se asegure su real aplicación para, como dice un conocido vals peruano, atesorar las riquezas pesqueras de nuestro mar soberano. Lo otro, es un cuento chino.