Esta semana asistimos al diálogo entre PPK y Keiko, una buena señal; mejor aún si se instaura un espacio de diálogo permanente que ante desavenencias permita escuchar, refl exionar y enmendar, en vez de cerrar fi las y confrontar.
Creo en PPK, Fernando Zavala y el equipo que han formado. Creo que pueden unir a su bancada, trabajar juntos y tratar con respeto a Fuerza Popular. Respeto no solo referido a dejar de lanzar adjetivos a los miembros de ese partido, sino también a dejar de cuestionar todas las decisiones que toman con su mayoría parlamentaria.
Creo en Keiko, Luz Salgado, en muchos de sus congresistas y su equipo. Creo que podrán encauzar las voces destempladas de su partido y trabajar con las otras fuerzas políticas. La prudencia en el ejercicio de su mayoría congresal, sin duda, aportará a su mayor respaldo popular.
PPK tiene la autoridad de presidente del Perú. Keiko tiene la autoridad de liderar la bancada más importante del Congreso de la República así como un partido con bases a lo largo del país.
Ahora bien, autoridad es quien ocupa un cargo, pero también lo es quien tiene ascendencia y respaldo.
Y autoridad viene de “autorizar” –es decir–, cuando un grupo humano autoriza a determinadas personas a brindarles un servicio,en este caso de dirigirlos y tomar decisiones por ellos.
En este escenario, ambos -PPK y Keiko- pueden utilizar su autoridad, capacidad, fuerza y compromiso para liderar a la sociedad peruana a cambios que traigan mayor bienestar y desarrollo para los ciudadanos. Son muchos los retos que tenemos por delante; y, por ello, necesitamos a los dos liderando esfuerzos para abordarlos con éxito pronto. Ser oposición constructiva está bien, pero no es suficiente.
“A PPK y su equipo les toca enfocarse en devolvernos a la senda del desarrollo sostenido, en que un crecimiento robusto de PBI reduzca aceleradamente la pobreza”.
A PPK y su equipo les toca enfocarse en devolvernos a la senda del desarrollo sostenido, en que un crecimiento robusto de PBI reduzca aceleradamente la pobreza. También en realizar reformas que permitan mejores servicios públicos, en particular de educación, salud, seguridad, agua y transporte.
Keiko podría liderar la tan necesaria reforma institucional que el Perú necesita: reglas de elección, de partidos políticos, sistema de justicia, descentralización, combate a la corrupción, entre otros temas. Un punto de partida para ello podrían ser las 32 propuestas trabajadas por la ONG Transparencia, así como los 100 planteamientos de la Comisión de Integridad.
PPK, Keiko y todas las fuerzas políticas deben trabajar en un reto adicional. Se trata de reinstaurar el Estado de Derecho, en que el respeto a la ley, la policía y la autoridad esté presente en todo el territorio nacional. Las vías institucionales deben prevalecer, siempre escuchando y buscando dar respuestas a las poblaciones que tienen legítimos anhelos de ver atendidas sus necesidades para brindar mayores oportunidades a sus familias.
Que la autoridad sea utilizada para liderar. Que la autorización recibida se traduzca en acciones concretas de cambio. Que nos comuniquen con pasión el Perú hacia el que nos ayudarán a caminar, que nos convenzan a todos de la importancia de hacerlo para el bienestar de la sociedad peruana, que sumen con ello las voluntades de otros grupos políticos, de los profesionales, los jóvenes, las madres, de todos.
Que unan a los peruanos y todos trabajemos bajo su liderazgo, abracemos los cambios y apoyemos su puesta en ejecución. Que cuando lleguemos al 2021, al mirar atrás, podamos afirmar que en servicio a la sociedad peruana, la autoridad fue utilizada para liderar.