Esta semana el Ministerio de la Producción, por recomendación del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), dispuso la veda de la merluza en el extremo norte del país, lo que implica la prohibición de actividades extractivas por parte de las embarcaciones pesqueras, con el objetivo de lograr un manejo sostenible del recurso.
La merluza es una especie demersal (asociada al fondo marino), que representa alrededor del 80% de los desembarques de peces demersales en la costa peruana.
Entre el 2002 y 2017, los científicos han observado una recuperación de su biomasa, pero es a partir del 2012 cuando se ha llegado a superar el valor promedio de los últimos 17 años. Actualmente, de acuerdo con el Imarpe, es un recurso hidrobiológico que se mantiene en estado de recuperación. Al igual que la anchoveta es una especie bastante regulada.
Ello al contar con un Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP), dentro del cual se dispone la talla mínima de captura, cuota global, cuota individual, período de veda biológica y arte de pesca controlado.
Desde la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) consideramos que un reto para la sostenibilidad de todas las pesquerías es respetar las vedas, tanto a nivel industrial como artesanal. Es necesario tomar consciencia que si no hacemos esto, entonces estaremos literalmente depredando el mar. Cuidarlo es tarea de todos.
Asimismo, consideramos que es un avance contar con cuotas individuales de pesca para la merluza y la anchoveta, y en esa línea debemos seguir avanzando con otras pesquerías, para que todos los actores se comprometan con la sostenibilidad.