Decisiones tardías, oportunidades perdidas

Una de las variables que se utilizan para determinar si una familia pasa a la situación de pobreza; es decir, a una situación de vulnerabilidad, es cuando el jefe del hogar pierde sus ingresos fruto de su empleo. Por lo tanto, no hay que ser un sabio para entender que uno de los factores claves que contribuyen a reducir la pobreza en cualquier país, es la creación de empleo.

El sector pesquero industrial genera alrededor de 250 mil puestos de trabajo directos e indirectos; es decir, incluyendo a las familias de los trabajadores, un millón de personas dependen de la pesca industrial en nuestro país directa e indirectamente.

Por otro lado, es importante señalar que, para garantizar el éxito de cualquier sector, es fundamental tomar decisiones oportunas; más aún en una actividad como la pesquera que depende de factores incontrolables como las condiciones oceanográficas, entre otros.

Recordemos que la segunda temporada del año 2022 empezó de manera tardía por malas decisiones políticas; lo cual, como era de esperarse, complicó las faenas de pesca y generó pérdidas por alrededor de US$ 30 millones diarios por cada día que no se pescó; perjudicando a toda la cadena de valor de la pesca industrial y en particular a los trabajadores y al fisco.

Por ello hoy, que el sector pesquero industrial viene atravesando por la peor crisis de los últimos tiempos por los fenómenos ambientales registrados, se deben tomar las decisiones correctas en los momentos indicados, y actuar rápidamente para evitar que 1 millón de personas se vean afectadas por la falta del sustento diario.

Lo importante ahora es conocer el detalle de las condiciones oceanográficas y climatológicas, el estado de la biomasa de anchoveta y toda la base científica disponible para que esta vez se tomen decisiones oportunamente.

Siempre hay que tomar las decisiones oportunas

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