Según el INEI, 4 de cada 10 niños sufre de anemia, una enfermedad silenciosa que afecta su crecimiento y desarrollo; sin embargo, cuando miramos las regiones alto andinas como Puno o Huancavelica, la cifra aumenta a 7 de cada 10.
Por su alto contenido proteico, el consumo de pescado es una alternativa para reducir la anemia. El jurel, por ejemplo, es un pescado que abunda en nuestro mar y es una fuente de nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de los niños; rico en omega-3; favorece el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso y mejora la concentración; por citar algunos beneficios.
Así lo entendimos en la Sociedad Nacional de Pesquería y por ello, hace 6 años, creamos “Armada de Hierro”, un programa de responsabilidad social con el que venimos trabajando ininterrumpidamente y de manera articulada con diferentes instituciones a nivel nacional para cumplir nuestro compromiso de contribuir a reducir la anemia infantil y luchar contra la inseguridad alimentaria.
Solo en 2024, conectamos con 3,064 ollas comunes y 4,555 comedores populares, beneficiamos a más de medio millón de personas y entregamos más de 137 mil kilos de pescado. Este despliegue forma parte del compromiso con nuestras comunidades que se encuentran en situación de vulnerabilidad; pero, sobre todo, es un homenaje a las lideresas de las ollas comunes y comedores populares; mujeres fuertes, valientes, responsables de esta maravillosa labor.
Ellas nos inspiran a continuar trabajando en el desafío de contribuir a luchar contra la seguridad alimentaria en nuestro país. Mi reconocimiento a todas las Madres de Hierro por su día y nuestro compromiso de acompañarlas en su tarea diaria junto a sus comunidades.